De nuevo en ruta, por fin disponemos de un fin de semana para salir. Lo vamos a aprovechar llegando al cabo norte ibérico y lo que surja, el lugar para hacer noche lo concretaremos a última hora que todavía no hay agobios en las reservas. Para agilizar la primera parte del viaje rodamos por la N VI comiendo de prao por el camino.
Puentes de García Rodriguez y Mañón nuestros siguientes puntos de paso.
La carretera es buena y de momento poco tráfico. En un punto de nuestra aproximación a Bares, por las orillas del río Sor encontramos este fotogénico meandro.
Por fin estamos en Estaca de Bares, nos apeamos de la moto y caminamos hacia el faro y un poco mas allá.
Vamos hasta unas construcciones abandonadas que hay cerca, son unas antiguas instalaciones militares gestionadas por la guardia costera americana desde l960. Denominada base LORAN que es un sistema de navegación por radio de largo alcance. En 1978 terminó su uso como como tal pasando su control a la fuerza Aérea americana como estación de comunicaciones hasta 1991.
Echamos un buen rato en inspeccionar el lugar que sorprendentemente estaba bastante limpio.
Continuamos, bordeamos la costa por una carretera aderezada con unos cúmulos de grava que facilitaban la conducción para salir, mas adelante, a la carretera de la costa que nos va a llevar a Viveiro.
Como los días ya son largos y aprovechables para rutear vamos a abandonar la costa e ir al interior. Repostando en Vegadeo recuerdo una de las rutas de desorientación con Slow Rider Daniel y buscamos posada en Grandas de Salime, un buen lugar como campamento base para rutas moteras. Allí cenamos y mas tarde compartimos un chato de vino con Roberto el alma mater del programa Viajo en moto. Para los curiosos de las tradiciones este pueblo tiene un buen museo etnográfico con una gran colección de elementos de lo mas variado.
Descansados, al día siguiente, tras un opíparo desayuno en el hotel La Barra donde hicimos noche, cargamos los bártulos en la moto y a rodar de nuevo.
Recurriendo a mi memoria fotográfica que funciona mejor que la de nombres y a la segunda intentona, doy con la carretera que busco. Ahí tenemos el cruce a Magadán. Si, hemos vuelto a Magadán.
Carreteras estrechas y valles de vértigo con pueblos diseminados.
Nos topamos con este buen conjunto de panales de pizarra y madera.
Hora de posicionarse y marcar destino.
La vaca motera en Santa Eulalia de Oscos.
Y ya que estamos en tierra de ferreiros nos acercamos a Mazonovo donde tenemos un mazo con visita guiada. Este mazo es tradicional de explotación privada que a los trabajos artesanos une clases a nuevos herreros y las visitas para su pervivencia.
Nos está dando de si la mañana, ventajas de un buen campo base. Por una sinuosa carretera vamos a comer a Fonsagrada y desde allí planear nuestra vuelta a casa.
Decidido, nos vamos hacia San Antolín de Ibias , Degaña, Villablino y Omaña. Territorio conocido que nos hará la vuelta entretenida.
HASTA LA SIGUIENTE
